Cuando no todo son nombres, fórmulas y fechas que se repiten durante generaciones y que son la triste herencia del mundo en el que naufragamos.
No aprendas sólo cosas inconexas que nada te servirán, piensa en ellas, construye a tu libre albedrío un mundo del revés, a tu antojo con hechos e imágenes que rompan la barrera que dicen que hay entre lo que es verdad e ilusión.
Cuando construyes tu laberinto personal en el que hay un mundo cóncavo, un mar que se tiñe de rojo, dos líneas paralelas que juegan a encontrar su punto de partida, el horizonte lo coloco en vertival, un desierto grita ... entonces estás aprediendo y todo esto tiene un sentido.
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